Hoy vengo a hablaros un poco de cómo debemos conservar la fruta en casa y también si nos apetece llevársela a los peques. Hay que distinguir si la compramos madura o por el contrario más bien entera. Siempre, siempre hay que sacarla de las bolsas o papeles en que nos las ponen, ya que la humedad que se crea en su interior acelera el proceso de maduración.
Si la fruta está entera lo ideal es conservarla en un frutero en un lugar fresco y ventilado, y ponerla con alguna que ya esté madura para acelerar su proceso natural de maduración.
Si la fruta está madura, aunque nos pensemos que en la nevera sería su mejor sitio, el frío puede acelerar su proceso de putrefacción, como son las naranjas y las manzanas. Además, el frío hace que pierda su sabor. Hay que dejarlas también en un frutero y en un lugar fresco y ventilado. Poner tapones de cocho sirve para que éstos capten la humedad y retrasen el proceso de oxidación.
Como ya os he comentado, poner la fruta en la nevera a veces no es la mejor solución para preservarlas y lo que hacemos es lo contrarío, porqué hay neveras más húmedas o demasiado frías. Los plátanos envueltos en papel de periódico y oscuridad, duran más, pero cambia el papel cada dos días para evitar mohos si los tienes en la nevera. El resto de fruta que guardéis, cada una separada en fiambreras. Si eres de las que las lavan antes de guardar, ten la precaución de secarla muy bien para evitar humedades.
¿Y si lo que queremos en conservar la fruta ya cortada o en caso de los más peques triturada para el desayuno o la merienda? Es muy sencillo. Hay que ponerla en una fiambrera que cierre hermética. No hace falta que utilices una de esas que envasan al vacío, simplemente que no entre nada de aire dentro y la fruta se te conservará un par de horas como recién cortada o triturada. Añadirle limón, naranja o incluso azúcar no siempre funciona, y cambia el gusto (lo del azúcar no es nada aconsejable, ya que la fruta lleva fructosa, azúcar de origen natural).
Y ya por último, ¿sabíais que la fruta se puede congelar? Pues sí, que esté muy fresca y sin magulladuras, bien limpia, cortada o no, la puedes meter en el congelador y luego utilizarla para hacer batidos o sorbetes. Consejo, no añadas cubitos, ya que la composición de la fruta es en 70-90% agua y te quedaría muy líquido.
Así que ya sabéis, estas fiestas regalad fruteros de mimbre o trapillo para una buena conservación de la fruta fresca.
Esperamos vuestros trucos y consejos de cómo conserváis más tiempo estas "chuches" naturales.
Leticia
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